El escritor inglés Rudyard Kipling nació en Bombay en 1865. Autor de numerosos cuentos, poemas y novelas, es considerado como el cantor del imperialismo británico. Tras pasar los primeros años de su vida en la India, se educó en Inglaterra; en 1882 regresó a la India como periodista, y publicó múltiples cuentos y poemas sobre la vida de los soldados británicos en la India y Birmania. Esas obras le valieron la fama instantánea cuando regresó a Londres en 1889, una popularidad extraordinaria que conservó hasta principios de la década de 1920. Entre 1892 y 1896, se estableció junto con su familia en los Estados Unidos; y, a partir de 1898, visitó periódicamente Sudáfrica. Todos esos viajes dejaron huella en sus obras, entre las que destacan: Cuentos de las colinas (1887), El libro de la selva (1894), Capitanes intrépidos (1897), Stalky y Cía. (1899), Kim (1901), Puck, el de la colina (1906). Muchos de sus poemas son clásicos de la lengua inglesa, entre ellos: «Si», «Recesional» o «La carga del hombre blanco». En 1907 se convirtió en el primer literato inglés galardonado con el premio Nobel. Murió en Londres en 1936.
La primera traducción que conocemos de su obra en España se realizó en catalán, en 1905. Muy poco tiempo después de la aparición de Just So Stories y dentro del gran impulso renovador experimentado por la cultura catalana durante el primer tercio del siglo XX, el periódico El Poble Catalá publicó en traducción anónima uno de los cuentos contenidos de esa obra «El gat qui va sol». El cuento fue recibido con admiración en Cataluña, y Kipling fue inmediatamente adoptado como modelo por los escritores del Noucentisme, quienes fomentaron su divulgación. Eugeni d'Ors, en particular, le dedicó grandes elogios, tanto en sus artículos en catalán como en castellano. Marià Manent se encargó de la tarea de traducción. Tradujo El llibre de la jungla (Catalana, 1920) y El llibre de la jungla segon volum (Catalana, 1923); y, años más tarde, en castellano —en la primera década de plomo del franquismo—, Precisamente así (Juventud, 1943) y la biografía Algo sobre mí mismo (Juventud, 1945).
Los tres cuentos aquí recopilados son los que abren el libro Just So Stories, publicado en 1902. Habían aparecido individualmente en diciembre de 1897 y en los meses de enero y febrero del año siguiente en St Nicholas Magazine, una popular revista infantil estadounidense que también había publicado la serie del Libro de la selva. Escritos durante la estancia de Rudyard Kipling en Brattleboro (Vermont) —como ponen de manifiesto algunos usos léxicos y el detalle de las estaciones de tren citadas en el cuento de la «Ballena»—, fueron concebidos originalmente, al igual que Alicia en el país de las maravillas, para ser contados oralmente a unas niñas; en este caso, a su hija Josephine (Effie), nacida a finales de 1892, y a la prima de ésta, Marjorie Balestier, algo menor. Sin embargo, a diferencia de Alicia, que exhibe una desenvuelta parodia de los moralizadores cuentos para niños de la época victoriana, los cuentos de Just So están impregnados de una tenue pátina pedagógica salpicada de alusiones a la historia sagrada. Con el tiempo, el público infantil de estos primeros relatos y los siguientes de Just So Stories se ampliaría e incluiría a los otros dos hijos de Kipling y a diversos primos. En el momento de su aparición en St Nicholas, Kipling ya había dejado los Estados Unidos y se había establecido en Inglaterra, tras una violenta disputa con su cuñado, el padre de Marjorie. La pequeña Josephine, la inspiradora de los cuentos, moriría de neumonía justo después de la publicación de los relatos en St Nicholas, en marzo de 1898. Esa pérdida supuso un durísimo golpe para su padre, quien continuaría creando cuentos just so y dirigiéndolos —como los primeros— a su «Beloved One», a su hija adorada.
El propio Kipling contó la génesis de los cuentos que inventó para su hija: «Podías modificar y cambiar esos cuentos como quisieras; pero, por la noche, había cuentos cuyo objetivo era que Effie se durmiera, y en ésos no podías modificar una sola palabra. Había que contarlos tal cual; o de lo contrario Effie se despertaba e introducía la frase que faltaba. De modo que al final se convirtieron en una especie de hechizo, los tres: el cuento de la ballena, el cuento del dromedario y el cuento del rinoceronte».
La versión de Marià Manent de Just So Stories, titulada Precisamente así, se ha reeditado en España una docena de veces desde su publicación en 1943, la última en el 2006. En 1987 apareció la versión de Rafael Lassaletta (Los cuentos de así fue, Akal) y en el 2002 la de Rafael Santervás (Cuentos de así fue cómo, Valdemar). En las tres versiones, el narratario (el destinatario interno la narración) es un niño: «hijo mío», «mi querido niño» y «mi queridísimo niño», y «mi querido niño», respectivamente. La versión de Lassaleta es la que presenta un mayor atrevimiento en las soluciones que suponen una alteración de los usos normativos del lenguaje; es también la única que respeta el juego con las iniciales capitulares de cada cuento, un dibujo del propio Kipling que representa la primera letra del relato por medio de un dibujo alusivo al contenido de la historia. (Just So Stories es el único libro ilustrado por Kipling; cada cuento va acompañado de dos ilustraciones a toda página, además del dibujo capitular.) En la versión de Manent, en cambio, es perceptible un mayor acierto a la hora de resolver en términos poéticos los poemas que concluyen los cuentos, una práctica a la que Kipling recurrió en otras recopilaciones de relatos.
La presente versión intenta no difuminar demasiado a la destinataria original de los cuentos, cuya presencia se deja sentir con fuerza en todos los relatos, tanto en el «my Best Beloved» —genéricamente ambiguo inglés— que suele aparecer al principio de todos ellos como en la importancia concedida a una pequeña niña en algunas historias (una niña llamada Taffy, donde resuena el nombre de Effie). Asimismo intenta, por un lado, respetar los juegos y las distorsiones del lenguaje que dotan la prosa de los relatos de una textura especial y, por otro, lograr para los poemas finales versiones autónomas que reflejen con precisión su contenido semántico obedeciendo al mismo tiempo las reglas de la métrica castellana. Y ello manteniendo la coherencia en las opciones de traducción ante los mismos problemas, como los juegos con los adjetivos, las aliteraciones, las alteraciones morfológicas o las medidas y la rima de los versos. Por último, en cuanto al título de la recopilación, creemos que Cuentos tal cual cumple con la doble exigencia de la precisión semántica respecto al título original y de la voluntad expresada por la pequeña Effie —respetada escrupulosamente por su padre— de no introducir cambios en ellos y de contarlos tal como en realidad eran.
La traducción de los doce cuentos contenidos en Just So Stories —de la que son una pequeña muestra los tres que publicamos aquí— se llevó a cabo a lo largo de una asignatura de Traducción Literaria impartida en la Facultad de Traducción e Interpretación de la Universidad Autónoma de Barcelona durante el curso académico 2004-2005. La experiencia sirvió a los participantes como introducción a los placeres y los desasosiegos inherentes a la apasionante aventura de la traducción. (T)
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